Autor: José Enrique Carrillo

Comentario:

Amigos de Monitor Político; espero me equivoque; no se depositó la nómina en su totalidad de la fiscalía y poder judicial; esto es un crimen económico y al parecer es el titular gobernador responsable, el niño Samuel; es el que apoya a su esposa para alcaldesa de Monterrey; a ese Movimiento Ciudadano, qué le pasa, el salario es sagrado; a los que no les pagan su salario les puede dar ansiedad; muchos viven al día, otros no lo han cobrado y ya lo deben, otros viven la realidad; en salud pagan medicamentos caros; si le alcanza o de plano no; y otros problemas, entre cientos de problemas económicos que existen; qué poca, gracias por el espacio. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

Comentario:

"Con Ojos y Oídos de Niño... de 82 Años, Clamando en el Desierto". Yo Quiero Ser Famoso, a Toda Costa, Tope, Donde Tope... ¡Pero No Puedo, No lo Logro! No se me da, no cuajan mis intentos, ni las ideas, nada se me ocurre ante los portentos creativos y ocurrentes políticos que sufrimos Definitivamente la fama me evita y rehúye, moriré insignificante, ignoto, y anodino. ¡Como un simple psicólogo pueblerino, que no aprendió a robar, ni yendo estudiar al extranjero y becado! Dios mío, ayúdame a morir lleno gracia y de gloria, aunque no sean las tuyas. No te pido riquezas, solo un momento flagrante de brillo enceguecedor de Cocuyo Máximus, para dejar ciegos y turulatos a mis enemigos, que son muchos, sobre todo, los invisibles. No deseo ser un Eróstrato, quemando el Templo de Diana, para ganar fama, ni un Alejandro, cortando de un tajo, el Nudo Gordiano, para mis conquistas. Tampoco un Galileo, exclamando... ¡Sin embargo se mueve! aún a riesgo de cárcel y prisiones. O un Milton, pidiendo, ¡Luz, quiero más luz! No podré asegurar, como Sócrates, que, "Solo sé que no se nada". Pos algo sé que no se. El grito de Arquímedes, ¡Eureka, lo encontré! no lo pronunciarán mis labios en todos los días de mi larga vida. Tampoco vendrán a mi mente las palabras del penúltimo Tlatoani azteca, (El último es AMLO), exclamando con las patitas hechas chicharrón y una sonrisa burlona, ¡Éjele, no me duele! Perdón, era, ¿Acaso yo estoy yo, en un lecho de rosas? aunque no hubiera rosas en la Gran Tenochtitlán, en esa época. Menos aún, como Pípila, con la pesada loza a cuestas, incendiando la Alhóndiga de Granaditas, ni siquiera como nuestro Primer presidente, Guadalupe Victoria, que gritó, "Va mi espada en prenda, ¡Voy por ella! Del Pastorcillo de Guelatao, ni se diga. No puedo fabricar frases famosas como las de AMLO… "No me vengan con que... Al Diablo con las... Yo tengo otros...  Son Golpistas esos padres... Abrazos y no...". Como pueden ver, ya se me adelantó AMLO, y me queda muy poco por arar, al menos en el campo de las frases e idioteces supremas. Por otro lado, deseando ganar fama de valiente, intenté imitar en lo bravucón y peleonero, al pachuquito de barrio, compañero de AMLO, Fernández Noroña, pero no pude, soy demasiado tímido para echarle bronca ni siquiera a mi propia sombra. Luego opté por competir con los pesos completos de la polaca y, aunque mido 54 pulgadas de cintura y peso 115 kilos, me vi superado por tres o cuatro espaldas y vientres, una arroba y un quintal, por la belleza redonda y curvilínea, cóncava y convexa, de Citlalli Hernández, ¡Otro "rotundo" fracaso de verdad! Me fui por el lado de la oposición, creyendo que podría derrotar al jefe "Ciego", o lo que sea, pero sus barbas superaron mi endeble españolidad y su mirada de ave de presa, me llenó de miedo. Regresé sobre mis pasos y me dije, "Quizá imitando a Gertz Manero, pueda convencer a algunos ingenuos. De que soy muy gallón", pero no se me formaron arrugas en la frente como a él, además, mi sonrisa es entre seráfica y de querubín, no diabólica y perversa como la suya, y me quedé pitando en la loma. Dios Padre, te prometo no usar Rolex u otros cronómetros chafas u ostentosos, y mucho menos, jugar cien hoyos de golf los domingos al amanecer. Ni gastar más de $50,000.00, del águila, en los antros con los cuates o en las colegiaturas de mi familia. Ni usar Tenis BOFOS-BOFOS anaranjados, ni bailar con ellos espásticamente, como el mefistofélico y dantesco Dante, el apodado "dickhead", por sus brillantes ideas, digo, cabeza. Gooooool de mí, contra mí mismo. Ni siquiera posando con cara de mitad inocente, mitad idiota y la otra mitad, ¿?, de malandro, me convencí a mí mismo que no pude ser, llegar a ser, o que soy famoso. Je, je, je. Nota bene: Última petición e intento, Ayúdame, Dios mío, a cuajar dos o tres frases que me catapulten a la fama imperecedera, no solo de este país, ¡sino del mundo mundial! Que la sala de los Premios Nobel, (pero no de la pendejez y la estulticia), retumbe con mis nombres y apellidos. Te lo suplico de rodillas, arrastrándome por el suelo como vil ofidio, cubriendo mi cabeza de ceniza y agobiando mi famélico cuerpo, con el cilicio purificador. Para que así, mi triunfo y sacrificio, sirvan de ejemplo a AMLO y sus achichincles y salven a México, ¡salvándose ellos mismos! Amén. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.