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Autor: José Rivero

Comentario:

Me aferro a la ‘estupidez natural’ de la mayoría de los seres humanos y renuncio al régimen en boga de la llamada “inteligencia artificial”. No me interesa ir a Marte ni viajar a través del tiempo; lo que se inventó hasta la primera decena del siglo XXI, aunque sea considerado tiempo de grandes inventos lo acepto como tal para su uso, pero hasta ahí. Quizá mis bisnietos tengan la fuerza para entrarle, pero yo… paso. Estoy consciente que me auto condeno a vivir rezagado, pero me doy de baja de lo que calificó a la inteligencia artificial como un cruel monstruo que engullirá al género humano. ¿Exagero? Dios lo permita. Me urge cambiar de opinión. Nullius in Verba (Lema de la Real Sociedad Científica de Londres, y refleja su compromiso de basar el conocimiento en la evidencia, en lugar de aceptar ciegamente lo que dicen notorias figuras de autoridad). Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor. Ernesto Piñeyro-Piñeyro

Comentario:

"Con Ojos y Oídos de Niño de 84 Años... Clamando en el Desierto". ¿Y a los caballos, los burros, mulas, bueyes, vacas, a los pollos, gallinas y demás animales de consumo humano, quien los protege, apá? Se ha puesto de moda, incluso de una manera exagerada y a veces cursi, la defensa y protección de las mascotas más comunes en nuestra sociedad; los perros y los gatos. Hasta se han invertido miles de pesos en la erección y acondicionamiento de centros de protección y bienestar animal, para ellos. Aunque hay datos documentados de que estas mascotas tienen conductas agresivas con sus dueños y en ocasiones han llegado a causarles lesiones graves y hasta   la muerte, nada se ha hecho para la protección de las víctimas. A pesar de esto, las autoridades no han emitido ningún tipo de ley o protocolo que las regule, controle y decida eliminarlas. Se conduelen de los perros y los gatos, pero poco les importa el sufrimiento de pollos, gallinas, patos y guajolotes, cuando los sacrifican para el consumo humanos. Tampoco se vuelven los ojos hacia reses, borregos y caprinos, que son ejecutados inmisericordemente. En gringolandia fue muy famoso el caso documentado audiovisualmente, como los empleados de una famosa franquicia, mataban a las gallinas y los pollos, a patadas, garrotazos o estrellándolos contra la pared. ¿La recuerdan? Hace muchos años, me tocó ver como sacrificaban a las reses en un rastro fronterizo; con un mazazo en la frente, el animal caía al suelo medio inconsciente, se le metían unos ganchos en los tendones de las patas traseras, las colgaban y aún vivas, las abrían en canal, desparramando sangre y vísceras por el piso, entre los estertores de la muerte. Pero ¿Y los demás animales, que la pasan peor en su contacto con el ser humano? Aunque muchas veces ese contacto es breve y efímero, como sucede con las aves de corral, como las gallinas, pollos, patos, gansos y guajolotes. Los cuadrúpedos se cuentan aparte, como señalé arriba. Por eso, sin intentar caer en sentimentalismos, invito a todas esas personas que se preocupan por alimentar, proteger y buscar quien adopte a un perro o un gato, que vuelvan sus ojos hacia las especies que mueren en pro de nuestro bienestar, nunca protestan o nos agreden ya las cuales nadie les tira ni un... lazo. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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