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Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

Comentario:

"Con Ojos y Oídos de Niño... de 82 Años, Clamando en el Desierto". Mexicanos que abandonáis la Patria, por las razones que sean, oídme y ponedme atención. Si decidisteis dejar a vuestras espaldas el suelo de vuestros ancestros, os hago una súplica y una recomendación. En vuestras alforjas de viaje, sean zurrón o morral, poned lo siguiente, como recordatorio viviente de la tierra que dejáis atrás. Veamos: Tres huesos de aguacate, de diferentes variedades, incluido el criollo; Cinco mazorcas de maíz de colores varios, las que, llegando a vuestro destino, ya secas, desgranareis y sembrareis, en una parcela. Medio kilo de cal, en porciones de 30 gramos, por cada kilo de maíz para cocer vuestro nixtamal, cuando cosechéis lo sembrado; Cinco tomates rojos y cinco verdes, cuyas semillas pondréis y esparciréis en la parcela, alrededor de sendas varas clavadas en el suelo, en las que se treparán sus plantas y os proveerán de sus frutos, hasta por cuatro meses y asegurareis las salsas en vuestras mesas; Además, las semillas o los frutos secos de al menos 10 variedades de chiles, que incluyan el serrano, el jalapeño, el habanero, el piquín, el poblano y los que se puedan secar o ahumar, para moles y asados. Las sembrareis en macetas de 20 litros y los tendréis todo el año, "Dando sabor a vuestros caldos", como dice el refrán; No olvidéis de la noble papaya, que crece solitaria, pero rápida, con un puñado de sus semillas, en menos de un año, tendréis más de 10 frondosos arbolillos, enhiestos y coronados de frutos, como collares de verdes joyas; De las calabazas, desde la enorme amarilla, para dulces y mermeladas, cuyas pepitas secareis, para los pipianes y los adobos, hasta las pequeñas para la carne de puerco con elote; Llevareis también frijoles para sembrar, desde los negros, pasando por las demás variedades de los pintos, los bayos y los mantequilla. Del café, el cacao, la vainilla y el tabaco, no os recomiendo los tres primeros, pues son muy delicados y caprichosos cuando les falta el sol, la tierra, la altitud y la temperatura propias, para que crezcan adecuadamente y del tabaco, pues yo no fumo, pero podéis llevarlo, como hicieron los españoles en el Siglo XVI. Compatriotas, a donde sea que vayáis, llevareis pedazos de la Patria Mexicana en vuestras alforjas, disfrutareis de sus lejanos aromas y sabores, manteniéndolos vivos en vuestro sensorio gustativo, olfatorio y hasta visual, como recuerdo de la Lejana Patria. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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